jueves, 4 de junio de 2015

La Panza es Primero nos teletransporta al país de las enchiladas, México



Si vives en Madrid y eres un adicto a los sabores fuertes y picantes, este pequeño restaurante mexicano se va a convertir sin lugar a dudas en tu sitio favorito. La panza es Primero, es resultado del proyecto llevado a cabo a finales de los 80 por un grupo de mexicanos que abandonaron su tierra natal para asentarse en España. El objetivo de este proyecto no era otro que el de construir un espacio culinario que acercarse México a todo aquel que sintiera curiosidad por tan maravilloso país. Cruzar el charco y atravesar 12,416 KM no impidió a este grupo de emprendedores a llevarse consigo los colores, olores, sonidos y sobre todo sabores que desprende cada rincón de su patria. ¡En La Panza es Primero nos teletransportamos a México!



¿El secreto de su cocina? Cocer a fuego lento las recetas tradicionales, condimentar con ingredientes españoles, dos cucharadas de cariño y una pizca de innovación. El resultado son platos como el pollo cabreado (con salsa hecha de queso cabrales, chile y nata), las puntas cuitlacoche (ternera con cuitlacoche, que es el hongo del maíz, y queso) o el alambre de pastor (carne de cerdo adobada, con pimientos verdes y rojos, bacon, cebolla y queso gratinado)


A la derecha una de las especialidades de la casa, nachos con guacamole.

Por otro lado, el establecimiento no es excesivamente caro, y además cuentan con ofertas grupales muy llamativas que nos permiten tener un menú completo e ilimitado por 28 euros. Efectivamente, no has leído mal, menú ilimitado en el que todos los comensales pueden beber y comer cuanto quieran de los platos pedidos.

A todo esto, se añade el magnífico toque de color que cada restaurante desprende. Tonos llamativos como son los amarillos, verdes, fucsias, azules y rojos atrapan nuestra atención y nos sumergen en un mundo festivo y de aire latino. La música mexicana no queda atrás y se une al secuestro de nuestros sentidos, guiándonos por la viveza de la tierra mientras nuestro paladar se entretiene con sus peculiares sabores.



Si este post ha conseguido que tus glándulas salivales se pongan en mecanismo y tu estómago comience a rugir cual tigre hambriento, no sufras más y pásate por La Panza es Primero en Calle la Libertad 33, Chueca. ¡Qué te aproveche!

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