jueves, 4 de junio de 2015

El Jardín Secreto de Madrid



Sin lugar a dudas uno de los mejores locales de la capital, un lugar onírico y con especial encanto que ofrece un ambiente íntimo y relajado. A la propia Alicia en el País de las Maravillas le hubiese impactado el Jardín Secreto, su luz tenue, las fuentes de agua, los unicornios de las paredes, los tigres plasmados en algunos muros o sus mesas hechas de tronco de árbol. Se trata de un espacio mágico que adapta su carta al escenario de ensoñación e imaginación que se da.


Arriba una de las mesas y sillas que encontramos en el interior del local.


Este pintoresco espacio, que encontramos en la Calle Conde Duque número 2, nos invita a un mundo de fantasía en el que el chocolate, el helado o las frutas silvestres son grandes protagonistas. Quizás unos de los grandes tesoros de la casa sea la famosa “carta de viajes soñados” en la que se ofrecen siete tipos diferentes de copas de helado que fusionan tanto los sabores más ácidos como los más dulces, y que constituyen un auténtico festín para el paladar. Así mismo, cafés, batidos, gofres, crepes, brownies e incluso ensaladas conquistan nuestro estómago contribuyendo a la creación de ese cuento de hadas que nos absorbe nada más entrar.

A la izquierda, unicornio en la pared como parte de la decoración del local.







Abajo, una de las paredes del Jardín Secreto.






Una de las cosas más llamativas del Jardín Secreto son los nombres que reciben cada uno de los productos o platos que se ofertan. De esta manera, nos podemos encontrar algunos tan originales y picarescos como “Orgasmo bajos la lluvia” (Brownie acompañado de una bola de helado de vainilla y sirope de chocolate caliente por encima) “Oceanía Waiting for Richard” (mousse de chocolate blanco con espuma de Fruta de la Pasión vestido de alta costura, con brillantes Peta-Zeta) o “Los Susurros de la Luna”, con helado de Banoffee, elaborado con crema de banana, dulce de leche y galletas Spéculoos.


Y pese a lo que pueda parecer, lo salado no se queda atrás, al caer la noche podemos elegir entre un sinfín de posibilidades, entre ellas, algunos entrantes y platos principales como carpaccios de avestruz o camello, brandada de bacalao con dátiles, risotto de boletus, gambas y vieiras o pechugas de codorniz en salsa con ciruelas.

Pero, ¿Qué nos falta? ¡Ah sí, hidratarnos!. El local cuenta con una amplia gama de vinos y cocktails con y sin alcohol, como por ejemplo, American Beauty o Las Mil lunas, ideales para amenizar la caída de la tarde y entrar en un ambiente más relajado. ¿Sabes ya dónde vas a ir este fin de semana?

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